gestión de la edad

gestión de la edad

Para una empresa, asumir retos no es ninguna novedad, de hecho, ninguna empresa ha llegado lejos sin hacer frente a los mismos. Lo que sí es nuevo es el reto de la gestión de la edad en la empresa. Un fenómeno que está comenzando a ser frecuente y que lo será todavía más en el futuro.

El valor de los mayores

La estructura poblacional está en pleno cambio. El número de nacimientos ha descendido a medida que la esperanza de vida se ha incrementado. Esto implica que en pocos años vamos a ser una población envejecida.
El número de jóvenes está descendiendo drásticamente, y lo hará todavía más. Asíque no cabe duda de que esta situación va a afectar, de forma importante, a las empresas. Aquellos que quieren estar a la vanguardia de las nuevas tendencias en recursos humanos ya están apostando por los equipos multigeneracionales.
Mientras que hace unos años las empresas buscaban personal lo más joven posible, hoy en día la edad se convierte en un valor añadido para muchos candidatos.
Es precisamente su edad, su madurez y su experiencia lo que buscan las organizaciones. Son conscientes de que los jóvenes tienen mucho que aprender y pueden hacerlo de compañeros de más edad.

Reverse mentoring: invirtiendo los papeles

La mayoría de nosotros hemos empezado nuestra trayectoria profesional a cargo de un trabajador más mayor y con más experiencia, que ejerció como mentor y nos explicó las tareas básicas del puesto de trabajo.
El sistema de mentorización sigue siendo, hoy por hoy, el más práctico para que los nuevos trabajadores adquieran experiencia y se integren en la empresa, pero las cosas están cambiando.
A finales de la década de los 90, General Electric puso en marcha un programa de tutelaje en el que eran los empleados más jóvenes los que se encargaban de enseñar a sus compañeros más mayores todos los secretos de Internet.
Surgió así el reverse mentoring, una práctica en la que los jóvenes pasan a ser los tutores y los mayores pasan a ser los alumnos.
Esta dinámica tiene importantes ventajas, siendo la principal de ellas que todo el personal de la empresa se mantiene actualizado.
Muchas veces utilizamos la excusa de la edad para no seguir aprendiendo y este sistema acaba con esta dinámica. Demuestra a los empleados de más edad que siguen siendo aptos para aprender nuevas cosas.
Por supuesto, apostar por el reverse mentoring no implica dejar de lado el sistema tradicional. Los mayores pueden aprender mucho de los jóvenes, pero también las nuevas generaciones pueden aprender de los más mayores.

Retos asociados a la gestión de la edad en la empresa

Tener trabajadores de más de 55 años supone todo un reto para aquellas empresas que están acostumbradas a trabajar con gente más joven. En realidad, un trabajador de 60 años no es demasiado diferente de uno de 30. La clave está en darse cuenta de que tienen necesidades diferentes.
Por ejemplo, un empleado más mayor puede ser reticente a aprender cosas nuevas o seguir formándose. Pero ya hemos visto que el reverse mentoring puede ser una buena solución para este problema. Por otro lado, está demostrado que los empleados más mayores son más leales a la compañía, mientras que la generación millenial tiende a cambiar con frecuencia de trabajo. La convivencia entre perfiles más adultos y más jóvenes puede hacer que estos últimos cambien su forma de ver su relación con la empresa y desarrollen una mayor lealtad.
No debemos perder de vista que en las plantillas multigeneracionales nos podemos encontrar hasta cinco generaciones trabajando juntas. Esto requiere de políticas de gestión de personal que se amolden a cada grupo de edad.
La propia Unión Europea ha emitido recomendaciones en este sentido, que incluyen medidas como planes de transición a la jubilación, adaptación del puesto de trabajo a cada grupo de edad, establecer diferentes medidas de conciliación de la vida personal y familiar en función de la edad o planes de integración intergeneracional.

Ahora es el momento de cambiar

No cabe duda de que gestionar equipos multigeneracionales es todo un reto para los directivos de recursos humanos. Dentro de 20 años esto ya no será una novedad, pero justo ahora estamos en un momento de pleno cambio y nos toca afrontar la situación con valentía.
No hay una forma perfecta de hacer las cosas y la situación es tan nueva que no podemos ni tan siquiera hablar de un conjunto de buenas prácticas. El sentido común será nuestra mejor arma para enfrentarnos a este reto. Sin dejar de lado la valiosísima aportación de los trabajadores.
Si conseguimos hacer una correcta gestión de la edad en la empresa, conseguiremos que nuestra compañía tenga una ventaja competitiva que le ayude a mejorar su reputación en el mercado y a la vez le sirva para atraer y retener el talento.